21 septiembre 2015

David Castedo, el pequeño Gigante


En el tercer capítulo de "Leyendas del Sevillismo" el protagonista es David Castedo, dueño de la banda izquierda  del Sánchez Pizjuán durante nada menos que siete temporadas a un nivel excepcional y con una regularidad absoluta.

David Castedo Escudero jugaba en la posición de lateral izquierdo, era lo que habitualmente se suele decir un jugador de equipo, muy regular, con altas dosis de pundonor, una capacidad de sacrificio asombrosa y una gran velocidad.

Suplía su estatura con una excelente colocación, una buena potencia de salto y un coraje digno de admiración. David no destacaba por su juego ofensivo aunque todo lo que hacía lo hacía bien, no se complicaba y era consciente de las limitaciones que podía tener, pero eso no le impedía subir la banda con buen criterio. Defensivamente era un jugador perfecto que nunca se daba por vencido.

No solía irse al suelo fácilmente y resultaba muy complicado para el atacante consiguier dejarlo atrás. Además, David era un excelente marcador y durante las temporadas que jugó en el Sevilla realizó perfectos marcajes a los mejores jugadores del campeonato haciendo gala de nobleza y juego limpio. A David siempre le tocaba bailar con la más fea: Figo, Beckham, Joaquín, Messi... Y siempre cumplía con su cometido, "secando" a algunos de los mejores extremos de la época. Que le pregunten a Joaquín cuantas noches soñó con el bueno de David...
David Castedo se formó en la cantera del Mallorca, debutó con el primer equipo en la temporada 1993/1994, en segunda división. Tras completar cuatro temporadas con el conjunto bermellón consiguió por fin el ascenso, pero en su primera campaña en primera división y ante la falta de minutos se marchó cedido al Hércules, que por aquel entonces estaba en segunda división.

En la temporada siguiente se marchó nuevamente cedido, en esta ocasión al Extremadura, que militaba en primera división. El Extremadura acabó descendiendo esa campaña y David regresó al Mallorca al finalizar la temporada.
En la temporada 1999/2000 el lateral izquierdo solo participó en ocho encuentros y anotó el único gol de su carrera en primera división.

Tras sufrir un grave accidente aunque sin grandes consecuencias por suerte, en la siguiente temporada, la 2000/2001, el Sevilla F.C, que había descendido a segunda división y solo fichaba jugadores a coste cero por la situación económica que atravesaba, se hizo con los servicios del mallorquín.
En el Sevilla se hace con la camiseta de titular nada más llegar y disputa 40 partidos de liga como titular logrando el esperado ascenso. El propio David contó años más tarde que Joaquín Caparrós al principio no confiaba mucho en él y que en pretemporada prefería a Tabaré Silva en su lugar, pero el utrerano acabó viendo las virtudes del pequeño lateral y rectificó pronto.

En su regreso a primera división David participó en 36 partidos de liga. El Sevilla por fin se asentó en la máxima categoría con el pequeño defensor como lateral izquierdo indiscutible durante cinco temporadas consecutivas, superando holgadamente la treintena de partidos cada temporada. En la temporada 2003/2004 y 2004/2005 forma parte de la mejor defensa de la liga junto a Pablo Alfaro, Javi Navarro y Dani Alves.
En la temporada del centenario, el Sevilla consiguió su primera Uefa. David jugó como titular toda la temporada y por supuesto, la final de aquella competición. Aquel Sevilla denostado de segunda división al que llegó el mallorquín se había convertido en uno de los equipos punteros de España y de Europa, consiguiendo un título tras cincuenta y ocho años de sequía.

Durante todas esas temporadas en las que David lo jugaba todo, el sevillismo era un clamor. David Castedo debía ser el lateral izquierdo de la selección española, pero ni Iñaqui Sáez primero, ni Luis Aragonés después, convocaron al bravo jugador sevillista. Una tremenda justicia y una espinita que permanecerá clavada para todos los sevillistas y para el propio David.
Por suerte, David logró levantar con el Sevilla una Copa de la Uefa más, una copa del rey y una Supercopa de Europa. Era ya el único superviviente de aquella plantilla que lograra el ascenso en el año 2001.

En su última campaña como sevillista, la exitosa 2006/2007, el lateral izquierdo disputó 19 partidos de liga. Acostumbrado a jugar innumerables partidos por temporada y ante el empuje de Antonio Puerta, la polivalencia de Adriano y la competencia de Dragutinovic, David comprendió que su ciclo estaba terminando, así que decidió poner punto y final a su exitosa etapa en el Sevilla una vez finalizada la campaña.
David se marchó al Levante y tras jugar una temporada, decidió poner fin a su carrera como futbolista. A lo largo de su carrera jugó 511 partidos entre primera y segunda división, Copa del Rey y Uefa, además de la final de la Supercopa de Europa, donde el Sevilla se proclamó campeón frente al  FC Barcelona.
El exjugador sevillista decidió establecerse definitivamente en Sevilla después de su retirada, convirtiéndose desde entonces en un sevillano más. Posteriormente montó una escuela infantil de fútbol. David Castedo, todo un ejemplo a seguir y una persona que siempre contará con todo el cariño del sevillismo.

David Castedo

1 comentario:

  1. Este tipo de futbolistas, tan bajitos, siempre han sido mi debilidad. Si los defensas son bajitos, entonces resulta muy difícil regatearlos y dejarlos atrás. Los laterales altos son más rápidos en tramos largos; pero no tanto en tramos cortos. A los altos no les cuesta demasiado volver tras hacer una incursión; pero en espacios reducidos son superiores los bajitos como el propio David, Albert Ferrer, Salgado, Sergi Barjuán...

    Yo también lo habría llevado a la selección. Mi preferido de aquella época era Sergi Barjuán; aunque hubo un par de años en que ya no rendía como antes porque superaba los treinta, y esa habría sido la oportunidad de David. Camacho, Sáez y Aragonés solían llevar laterales izquierdos altos: los Aranzabal, Juanfran García, Enrique Romero, Capdevila, Del Horno... Lo ideal habría sido llevar un alto y un bajito.

    Saludos,
    Sergio H.

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