12 octubre 2015

Diego Rodríguez. De Villano a Héroe

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Nuestra siguiente "leyenda del sevillismo" es Diego Rodríguez Fernández, mítico defensa central de la década de los 80 y buena parte de los 90, que defendió la camiseta sevillista durante ocho temporadas. Su llegada al Sevilla, procedente del Betis, causó un gran revuelo en la época.

Diego nació en la localidad de La Orotava (Santa Cruz de Tenerife) en 1960. Inició sus pasos en el mundo del fútbol en el C.D Vera, un equipo de las cercanías de su pueblo. Estando aún en edad juvenil, los ojeadores del Tenerife se fijaron en él y lo incorporaron al conjunto tinerfeño durante la temporada 77/78, cuando solo tenía 17 años. Nuestro protagonista se curtiría en los terrenos de la segunda división B, permaneciendo en el equipo hasta 1982, año en el que puso rumbo hacia la ciudad hispalense para firmar por el Betis.

diego rodriguez cd tenerife
Diego Rodríguez, de pie, el primero por la izquierda.
Antes de marcharse al conjunto verdiblanco en la temporada 82/83, Diego había disputado el mundial sub 20 de 1981 y ya era considerado como uno de los futbolistas más prometedores del fútbol nacional. En su primera temporada en tierras hispalenses, debuta en la máxima categoría y termina jugando 31 partidos de liga como titular. Su posición natural entonces era la de lateral derecho, aunque en casos de necesidad también tuvo que jugar como lateral izquierdo y en algunas ocasiones también lo hizo como defensa central. Durante esta etapa, Diego también jugó asiduamente con la selección sub21.

El tinerfeño permanecería en el Betis durante seis campañas, disputando un total de 198 partidos de liga y 4 partidos de la copa de la UEFA, siendo un jugador muy querido por la afición que, además, se convirtió en el capitán del equipo.

Diego, en su etapa como bético.
En su última temporada como verdiblanco (87/88), Diego debutó con la selección española de la mano de Miguel Muñoz, saliendo desde el banquillo y disputando 44 minutos en la derrota de España frente a Checoslovaquia por 1-2. Posteriormente, también fue convocado para disputar la Eurocopa de 1988 que se disputaría en Alemania, pero no llegó a disfrutar ningún minuto, en gran medida por una inoportuna lesión.

Diego, en un encuentro disputado por el Betis en el Camp Nou.
A su vuelta de la Eurocopa se produciría la noticia bomba. Diego Rodríguez terminaba contrato con el conjunto verdiblanco el 30 de junio y a pesar de contar con una oferta de renovación, decidió rechazarla y aceptar la oferta que le presentó el Sevilla. Por tanto, el Sevilla se hacía con el capitán del eterno rival, siendo el último caso conocido de un jugador que pasa directamente del primer equipo del Betis al Sevilla.


El jugador se incorporó al Sevilla en la temporada 88/89, en su plena madurez futbolística a sus 28 años. El Sevilla, presidido por Luis Cuervas, iniciaba un ambicioso proyecto, con Azkargorta en el banquillo sevillista y fichajes de la talla del propio Diego, el portero internacional rusp Dassaev, que estaba considerado como uno de los mejores porteros del mundo, o el delantero austríaco Anton Polster.

Diego se hizo con la titularidad nada más llegar y participó en 33 encuentros. Marcó un único gol, en el Sánchez Pizjuán, que supuso además la victoria del Sevilla frente al Betis, que acabaría descendiendo a segunda división esa misma temporada. Diego jugó principalmente como lateral derecho, aunque el Sevilla no rindió como se esperaba y acabó en el noveno puesto con Roque Olsen al frente del banquillo.

La siguiente temporada (1989/1990), Vicente Cantatore se hizo cargo del equipo y el Sevilla firmó una excelente campaña, finalizando en el sexto puesto y consiguiendo la clasificación para jugar la Copa de la UEFA en la temporada siguiente. Diego jugó 32 partidos de liga y anotó un gol, comenzando a establecerse en el puesto de defensa central.

Cantatore continuó en el banquillo en la temporada 1990/1991 y a pesar de que el Sevilla hizo una gran primera vuelta, el conjunto nervionense se desinfló en el último tramo de la temporada y finalizó el campeonato en la octava posición. En la Copa de la UEFA, el Sevilla fue eliminado por el Torpedo de Moscú en los dieciseisavos de la competición.
Diego continuó jugando como defensa central casi durante toda la temporada, al igual que lo hizo en la anterior campaña, disputando 37 partidos de liga y 4 de UEFA, en los que anotó un gol. Formó pareja defensiva junto a Martagón, primero, y posteriormente al lado de Nando. Al término de la campaña, el Sevilla premió su rendimiento renovándole por dos años más. Durante esta temporada, Diego empezó a ejercer de capitán.


En la temporada 1991/1992 se hizo cargo del equipo Víctor Espárrago. El Sevilla, con Zamorano y Davor Suker como delanteros, acabó en el duodécimo puesto, a pesar de terminar la primera vuelta en el quinto lugar. Diego participó en 37 encuentros y logró su mejor cifra goleadora con 4 tantos. Jugó la mayoría de los encuentros como defensa central a un gran nivel .


En la temporada 1992/1993, Diego tenía ya 32 años. Era un defensa de contrastada experiencia, que raramente perdía la marca, polivalente, expeditivo, de gran fortaleza física y con un gran juego aéreo. Hasta ahora, se había ganado la confianza de todos los entrenadores que habían pasado por el club. 

El prestigioso técnico argentino Bilardo tomó las riendas del equipo para afrontar la nueva temporada y Diego, con su característica melena rizada, acabó imponiéndose como titular en la defensa sevillista. No obstante, Diego fue relegado a la suplencia durante 10 encuentros, casi todos al término de la primera vuelta. El técnico argentino cambió el sistema de juego y Diego tuvo que actuar de líbero en una defensa compuesta por cinco hombres. 

El defensa sevillista disputó 28 encuentros, una cifra más baja de la habitual media que había mantenido hasta ese momento. Una vez finalizada la campaña, el Sevilla volvió a renovarle su contrato por un año. El defensa sevillista le cedió el brazalete de capitán a Maradona tras la llegada de éste. Diego, 20 años después, dijo del astro argentino "Maradona era un tío simpático y normal. Llegó y se integró. Cederle el brazalete fue algo lógico y normal, porque hoy en día sigue siendo el mejor".
El Sevilla, pese a contar con futbolistas de la talla de Maradona, Simeone y Davor Suker, finalizó en la séptima posición, a pocos puntos de los puestos europeos pero sin cumplir el objetivo.

"Los tres Diegos", en la campaña 1992/1993.
Luis Aragonés sería el entrenador elegido para dirigir al Sevilla en la campaña 93/94. El Sevilla realizó un arranque de liga espectacular, llegando a ser el líder durante las jornadas 10,11 y 12. 
El conjunto sevillista llegó a la última jornada en la quinta posición, teniendo que jugar frente al Barcelona en el Camp Nou, que se jugaba el título. El Sevilla se adelantó hasta en dos ocasiones con goles de Simeone y Suker, pero finalmente el Barça de Cruyff remontó y terminó consiguiendo el título, por lo que el Sevilla finalmente ocupó el sexto lugar y no se clasificó para disputar la UEFA al año siguiente. Además, el Sevilla estuvo muy cerca de hacer algo importante en la Copa del Rey pero cayó finalmente ante el Zaragoza en los cuartos de final. Diego fue titular en 32 partidos y marcó un gol. Con 33 años y un estado de forma envidiable, el incombustible central renovó por un año más.


En la temporada 1994/1995, Luis Aragonés continuó en el banquillo sevillista y finalmente consiguió clasificar al Sevilla para disputar la UEFA, dejando al equipo en la quinta posición. Diego participó en 24 encuentros, a pesar de la competencia en el puesto de Juanito, fichado por petición expresa del técnico madrileño, Prieto y Martagón. El defensa sevillista volvió a prolongar un año más su relación con el Sevilla al finalizar la campaña.

En la temporada 1995/1996, la del regreso a las competiciones europeas, el club sufrió un duro golpe con el descenso administrativo del equipo a la segunda división B. Aunque finalmente, la Liga acabaría dando marcha atrás y ampliaría la competición hasta los 22 equipos. Luis Aragonés había declinado continuar en el Sevilla antes del suceso y el club había contratado a un desconocido para el fútbol español, el portugués Toni.

La temporada terminaría resultando un desastre y el equipo finalizó el campeonato luchando por no descender. Toni solo duró ocho jornadas, siendo sustituído por Juan Carlos Álvarez, aunque quien finalmente terminaría la temporada sería Víctor Espárrago. Al final, el Sevilla terminó el campeonato en el duodécimo puesto.  A pesar de los distintos entrenadores y el escaso rendimiento del equipo, el capitán sevillista participó en 29 encuentros de liga y en otros 6 de UEFA, donde el Sevilla cayó eliminado en los octavos de final frente al Barcelona.

Diego había ya cumplido los 36 años. El Sevilla ya no le ofrecería seguir como jugador pero sí para formar parte del cuerpo técnico en la siguiente temporada, con Camacho en el banquillo.
El tinerfeño se encontraba en plena forma y quería continuar jugando y aunque se pensó seriamente la oferta sevillista, finalmente decidió marcharse al Albacete, tras el interés mostrado por el conjunto manchego para que formara parte de su plantilla en la segunda división.

Posteriormente, Diego se hizo con la titularidad absoluta en el Albacete, jugando como titular en 34 ocasiones y anotando 2 goles. Después de su buena temporada, el conjunto albaceteño decidió prolongar su contrato un año más. El exsevillista, en su segunda temporada, participó en apenas una docena de partidos, por lo que puso fin a su etapa en Albacete.

Diego, arriba, primero por la izquierda, en una formación del Dos Hermanas.

A sus 38 años, decidió continuar jugando en segunda división B. Diego jugó durante tres temporadas más en el que sería su tercer equipo sevillano, el Dos Hermanas, donde finalmente se acabó retirando con la friolera de 41 años, al terminar la temporada 2001/2002. Posteriormente comenzó su carrera como entrenador y llegó a entrenar al Sevilla Atlético entre el 2008 y 2010.

A pesar de su pasado como bético es un reconocido sevillista y se ha convertido en un sevillano más. Curiosamente, ha sido capitán de los dos equipos de la ciudad, algo totalmente impensable hoy día.

Algunos datos sobre su carrera:
  • Ha disputado 450 partidos en primera división (entre los 25 jugadores con más partidos en primera).
  • Disputó 293 partidos oficiales con la camiseta del Sevilla, marcando 8 goles.
  • Ha sido 13 veces internacional con la sub21 y una vez con la absoluta.
  • Ha jugado 14 partidos en la Copa de la UEFA.
  • A pesar de jugar una media de más de 33 partidos por temporada, nunca superó la barrera de las 9 tarjetas amarillas (su registro más alto).
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Diego, en una entrevista en sfc tv, cuando era entrenador del filial sevillista.

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