19 mayo 2016

Sevilla 3-1 Liverpool. La grandeza del Sevilla no conoce límites


El Sevilla FC venció por tres goles a uno al Liverpool y volvió a proclamarse campeón de la Europa League tirando de épica. A pesar de marcharse al descanso por debajo en el marcador, el pentacampeón reaccionó de forma brillante en la segunda parte, demostrando que a este Sevilla no hay quien le tosa en la Europa League.

Las claves del partido:

  • El gol del Liverpool fue un auténtico mazazo para el Sevilla y los minutos posteriores fueron los más sufridos de todo el encuentro. Por fortuna, se llegó al descanso con la derrota por la mínima.
  • La reacción del Sevilla en el segundo periodo fue inmediata. Tras el gol de Gameiro, el Sevilla se hizo dueño del partido y no dejó de pisar el acelerador hasta que consiguió lo que quería más que nadie, la Europa League.
  • Coke fue elegido como el mejor jugador del partido. Su libertad de movimientos en la zona ofensiva, su oportunismo y su asociación con Mariano, que también firmó una actuación soberbia, desarbolaron el entremado defensivo del Liverpool.
  • El apoyo de la afición sevillista en la grada fue crucial, como siempre. A pesar de encontrarse en clara inferioridad numérica, los cánticos sevillistas ganaron por goleada.


El Sevilla saltó al terreno de juego del St. Jakob Park con los siguientes hombres: David Soria, Mariano, Rami, Carriço, Escudero, Krychowiak, N´Zonzi, Banega, Coke, Vitolo y Gameiro

El encuentro arrancó con dominio sevillista. El Sevilla, experimentado en este tipo de partidos, se sentió mucho más cómodo durante los primeros compases, mientras que el Liverpool se mostró demasiado agarrotado, más preocupado de anular el juego de los nervionenses que de construir y elaborar. Resultaba evidente que ambos equipos se guardaban mucho respeto.

La primera ocasión del partido fue para el conjunto inglés, cuando a los 8 minutos, Emre Can lo intentó con un disparo lejano que David Soria despejó hacia un lateral para evitar posibles males mayores. El Liverpool, en su afán de anular al Sevilla, realizó numerosas faltas, algunas excesivamente duras, gracias a la permisividad del colegiado, que debió haber mostrado alguna que otra tarjeta amarilla para frenar el juego brusco de los ingleses.

A pesar de que el Sevilla comenzó mejor, el Liverpool, poco a poco, fue llevándose el partido a su terreno. Dos acciones peligrosas por parte de los ingleses y con Carriço como protagonista presagiaron lo que le esperaba al conjunto sevillista. En la primera de ellas, el central sevillista tuvo que emplearse a fondo para sacar, casi sobre la línea de gol, un remate de Sturridge en el segundo palo. En la siguiente jugada ofensiva del Liverpool, el defensa portugués del Sevilla cortó el esférico con la mano en un avance de Firmino en el interior del área, aunque por fortuna, ni el colegiado ni sus asistentes apreciaron la acción.

El Sevilla, más allá de la pausa y tranquilidad que le daba al equipo Banega en cada acción, no conseguía conectar con Gameiro y apenas disfrutaba de ocasiones en el área rival. Por contra, el Liverpool había encontrado la fórmula para hacer daño al Sevilla por el flanco que defendía Sergio Escudero. El ritmo que imponía el conjunto británico era brutal, aunque el previsible bajón físico que llegaría tarde o temprano, era una baza que el Sevilla sabría jugar.

En el minuto 25, David Soria evitó el gol de Sturridge tapando todo el ángulo de disparo del delantero, que se plantó ante el guardameta sevillista desde una posición un tanto escorada y con pocas opciones, gracias a la rápida salida del guardameta sevillista. Alrededor de la media hora de partido, el Sevilla esbozó cierta mejoría, sobre todo, por que por fin logró conectar con Gameiro en el ataque. Precisamente, sería el delantero francés quien estuviese muy cerca de anotar el primer tanto del encuentro, cuando a los 31 minutos, ejecutó una espectacular chilena que se perdió rozando el poste en la segunda jugada tras un saque de esquina.

Sin embargo, el primer gol del choque sería para el Liverpool, apenas tres minutos después de la clarísima ocasión de Gameiro. Corría el minuto 34 cuando Sturridge recibió en el vértice del área, se acomodó la pelota para el disparo ante Mariano, que no le encimó lo suficiente, y se sacó un disparo con el exterior del pie imprimiéndole al balón un efecto desde fuera hacia dentro que hizo inútil la estirada de David Soria, adelantando así al Liverpool en el marcador.

Tras el gol recibido, los nervios se apoderaron del conjunto sevillista, que vivió entonces sus peores minutos durante todo el partido y que incluso pudo haberse marchado al descanso con otro gol en contra. El Liverpool mordía y el Sevilla arriesgaba demasiado en la salida de balón, por lo que la mejor noticia fue llegar al descanso sin que el marcador volviera a moverse

Tras el descanso, llegó la reacción del Sevilla, que ahora sí, era el poderoso y temible Sevilla de las finales. La segunda parte no pudo comenzar mejor para los intereses sevillistas. Apenas habían transcurridos quince segundos desde la reanudación, cuando Mariano se internó por el costado derecho del área, con caño incluido, y puso el gol en bandeja a Gameiro, que en el interior del área pequeña no perdonó y estableció el 1-1 en el marcador.


Tras el esperanzador comienzo de la segunda mitad, la batalla en las gradas, más o menos igualada hasta ese momento, comenzó a decantarse hacia el lado sevillista, a pesar de la evidente desigualdad en cuanto a números. Ahora, el que lo pasaba mal era el Liverpool, superado por el juego en forma de vendaval de los hispalenses. En el 47´, Gameiro pudo poner al Sevilla por delante en el marcador tras una magnífica carrera hacia la portería rival, aunque finalmente, Touré salvó los muebles para su equipo.

El Sevilla, crecido, tenía al Liverpool contra las cuerdas y como buen depredador, supo oler la sangre. Gameiro, en el 61´, tuvo el segundo tanto en sus botas tras un saque lateral de Escudero que N´Zonzi prolongó y que dejó al delantero francés completamente solo ante Mignolet, que sacó a bocajarro el disparo mordido de Gameiro. El Sevilla rondaba el gol una y otra vez, mientras que el Liverpool parecía estar fuera de combate, por mucho que Klopp se desgañitara dando instrucciones a sus futbolistas desde el banquillo.

Y tanto fue el cántaro a la fuente que se rompió. Minuto 63, preciosa jugada combinativa con Vitolo como principal protagonista, que consigue plantarse en la frontal, donde Coke le "roba" la pelota y dispara con fe por el único hueco posible, poniéndoselo imposible al guardameta del Liverpool con un ajustadísimo golpeo que entró junto al poste derecho de la portería defendida por Mignolet. 
El Sevilla, de forma merecida, había conseguido darle la vuelta al marcador a base de insistencia, presión y calidad. Se avecinaba otra noche mágica europea...


El Liverpool, superado en todos los aspectos del juego en este segundo periodo, tuvo que dar un paso adelante por obligación y cuando concedes espacios a un equipo como el Sevilla, que cuenta con la visión y precisión de Banega, los arranques repletos de fuerza de Vitolo y los veloces desmarques de Gamerio, tienes todas las de perder.

El conjunto nervionense ya tenía el partido justo donde quería. Tras una acción en la que Gameiro no llegó por centímetros tras un cabezazo de Krychowiak, el Sevilla acabaría matando el partido a los 69 minutos, cuando un peligroso contragolpe acabó en las botas de Coke, previa carambola, y éste fusiló al guardameta del Liverpool con un disparo cruzado que aunque llegó a tocar, no alcanzó a desviarlo lo suficiente, subiendo así el tercer tanto del Sevilla al marcador.

El partido se había convertido ya en una fiesta para los sevillistas, que incluso buscaron el cuarto tanto. Mientras tanto, Rami tuvo que abandonar el terreno de juego por unas molestias musculares y fue sustituido por Kolo. Al Sevilla le bastó con apretar los dientes en defensa e incluso tuvo tiempo para permitirse deleitar a sus aficionados con las acciones de Banega, la garra de Gameiro y las soberbias actuaciones de Coke y Mariano por el costado derecho... La Copa ya estaba de camino a Nervión.

Gameiro y Banega fueron sustituidos en el tramo final, marchándose entre aplausos para que Iborra y Cristóforo ocuparan sus posiciones. El Sevilla lo había vuelto a hacer, había conquistado su quinta Europa League, la tercera de forma consecutiva, y lo que ello conlleva, pues la conquista de la quinta supone la clasificación para la Champions League de la temporada que viene, además de asegurar la participación del Sevilla en la Supercopa de Europa y de camino, ha recibido una magnífica inyección de moral de cara a su siguiente reto, la Copa del Rey
Mención aparte, el detallazo que tuvo el club con Antonio Puerta y Pedro Berruezo, quienes a buen seguro, también disfrutaron de su Sevilla desde allá donde se encuentren...


La posibilidad de terminar la temporada con un doblete es algo histórico. Si el Sevilla logra conquistar la Copa del Rey pondrá el broche de oro a la década más gloriosa de toda su historia. Ahora... ¡a por la sexta!

Videoresumen del partido:
fuente fotos: www.sevillafc.es

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