28 septiembre 2015

Pablo Alfaro. El líder del sevillismo


Nuestra siguiente "Leyenda del Sevillismo" es Pablo Alfaro Armengot. Fue defensa central del Sevilla durante cinco temporadas, en las que además, portó el brazalete de capitán, liderando la zaga sevillista. A pesar de firmar por el Sevilla a la edad de 30 años, se convirtió en todo un icono para el sevillismo y en un futbolista indispensable para el equipo durante varias campañas.

Sus comienzos en el Zaragoza

Pablo Alfaro se formó en la cantera del Real Zaragoza. En sus inicios jugaba como delantero centro hasta que en los juveniles, comenzó a jugar en las demarcaciones de defensa central y lateral izquierdo.

Radomir Antic le hizo debutar con el primer equipo maño a comienzos de la temporada 89/90, cuando Pablo Alfaro solo tenía 20 años. A partir de ese momento, fue titular indiscutible durante tres campañas, en las que jugó 35 partidos de promedio por temporada.

¡Fichado por el Dream Team!

Una vez cumplido el sueño de jugar con el equipo de su infancia y ante el buen nivel exhibido regularmente en el Zaragoza, el Barcelona de Johan Cruyff se fijó en él para reforzar su defensa y en la campaña 1992/1993, el conjunto blaugrana oficializó su fichaje.

pablo alfaro barcelona

Aunque su paso por el conjunto blaugrana sirvió para añadir a su palmarés una Supercopa de Europa, una Supercopa de España y una Liga, lo cierto es que contó con muy pocos minutos. Alfaro solo participó en siete partidos con la camiseta culé y al término de la temporada terminó fichando por el Racing de Santander.

Recupera su nivel en el Racing de Santander

Pablo Alfaro militó en el equipo racinguista durante tres campañas, volviendo a jugar de forma continuada. El defensa zaragozano gozó de la confianza de los distintos entrenadores que pasaron por el equipo santanderino y volvió a demostrar el nivel que exhibió durante las primeras campañas de su carrera, que le llevó a firmar por el Barcelona. A sus 26 años, Alfaro se había convertido en un central de garantías que poseía una amplia experiencia, a pesar de su juventud.

pablo alfaro racing

Su fichaje por el Atlético de Madrid

Su buen hacer en el Racing provocó que en la temporada 96/97 fichara por el Atlético de Madrid, de la mano del técnico que le hizo debutar en primera división, Radomir Antic. El equipo colchonero había ganado la Liga en la anterior campaña y tenía una excelente plantilla, con una enorme competencia en la zona defensiva.

Alfaro logró vestir la camiseta del equipo colchonero en 18 ocasiones, entre todas las competiciones, llegando a debutar en la Liga de Campeones. Sin embargo, el exjugador racinguista no terminó de cuajar en el Manzanares y una vez finalizada la temporada, decidió marcharse al Mérida.

pablo alfaro atletico

Primera experiencia en segunda división

En su primera campaña en el Mérida lo jugó absolutamente todo, aunque finalmente el equipo no pudo evitar el descenso a segunda división. A pesar del descenso, el defensa central decidió continuar en segunda división.

Sería la primera vez que Pablo Alfaro jugaba en segunda división. Allí permanecería dos campañas más, siendo titular indiscutible pero sin llegar a lograr el ascenso. Al término de la campaña 1999/2000, el club se encontraba inmerso en un caos deportivo y económico, que desembocó, tristemente, en la desaparición del club
Tras disputar dos campañas seguidas en segunda división y después de la desagradable situación vivida, Pablo Alfaro pensó, incluso, en la retirada.

Finalmente, Pablo Alfaro, que ya había cumplido la treintena, llegó a un preacuerdo con el Iraklis, un equipo de la primera división griega. Por aquel entonces el jugador ya había finalizado sus estudios de medicina, que había compaginado con su carrera futbolística a lo largo de los últimos años.

pablo alfaro merida


Pablo Alfaro y su época dorada en el Sevilla

Cuando parecía que Pablo Alfaro haría las maletas con rumbo a una aventura incierta en Grecia, se cruzó en su camino el Sevilla, presidido por Roberto Alés y al que iba a entrenar Joaquín Caparrós.
El Sevilla estaba inmerso en una grave crisis económica y afrontaba un nuevo proyecto deportivo con el equipo en segunda división. El club hispalense adoptó una política de fichajes a coste cero, que le llevó a interesarse por la situación del central zaragozano. Pablo Alfaro no lo dudó un instante y aceptó la oferta sevillista, declinando la opción de jugar con el equipo griego.

El futbolista zaragozano pasaría los mejores años de su carrera durante su estancia en el Sevilla, demostrando sus virtudes como defensa: un gran poderío aéreo, perfecta colocación, contundencia, buen criterio a la hora de sacar el balón y sus excelentes marcajes al hombre "made in Pablo Alfaro". Además, fue pieza clave en la consolidación del equipo en una época de transición y contribuyó enormemente a formar los cimientos que hicieron posible al Sevilla posterior de los grandes títulos.

En su primera temporada como sevillista, la 2000/2001, Alfaro se hizo con la camiseta titular y disputó 35 partidos, en los que anotó un gol. El defensa sevillista rindió a un excelente nivel y el equipo logró ascender de manera brillante como campeón, a pesar de que en la categoría militaban equipos de gran nivel como Atletico de Madrid, Betis y Tenerife.

pablo alfaro ascenso sevilla
Pablo Alfaro celebrando el ascenso del Sevilla.
En un derbi que finalizó con victoria sevillista por 1-3, fue expulsado tras realizar una dura entrada sobre el futbolista del eterno rival Capi, que desafortunadamente, cayó lesionado. A partir de ese momento, al defensa sevillista se le empezó a criticar desmesuradamente, comenzando a labrarse su fama de jugador duro. Su historial de tarjetas amarillas y expulsiones en sus anteriores equipos también contribuían notablemente.
Para la temporada 2001/2002, con el equipo de nuevo en primera división, el Sevilla fichó a Javi Navarro para reforzar la defensa en su nueva andadura en la máxima categoría. A lo largo de la temporada se fue consolidando la dupla defensiva de Pablo Alfaro y Javi Navarro.

El Sevilla terminó realizando una excelente campaña, rozando la clasificación europea y acabando en el octavo lugar. La defensa sevillista fue una de las menos goleadas de la liga y Pablo Alfaro participó en 36 partidos, marcando un gol.

Pablo Alfaro ya se había convertido en el líder del equipo, siendo el capitán y un referente para la afición y el vestuario sevillista. Además, la afición sevillista ya había hecho suyo el cántico de "Pablo Alfaro es nuestro líder", que el central sevillista no pararía de escuchar hasta el día de su marcha.

En la siguiente temporada, la 2002/2003, el Sevilla de Caparrós se consolidó totalmente en la categoría, finalizando en el décimo puesto, a pocos puntos de los puestos europeos y siendo la tercera defensa menos goleada de la Liga. Pablo Alfaro formó junto a Javi Navarro una de las mejores parejas de centrales de todo el campeonato. El central zaragozano disputó 33 partidos de liga y marcó un nuevo gol.


La dupla defensiva sevillista comenzó a ser duramente criticada por los medios nacionales, pero lo cierto es que tanto Alfaro como Javi Navarro tenían un promedio de faltas por partido bastante bajo, que se veían empañados por algunas acciones duras puntuales.
Además, durante esta temporada, se produjo una victoria histórica para los sevillistas en el Camp Nou, con un resultado de 0-3 que provocó una pitada monumental al término del encuentro a Joan Gaspart, por aquel entonces presidente del club blaugrana.

En la temporada 2003/2004, el Sevilla realizó una gran temporada y acabó ocupando el sexto puesto, clasificándose para competiciones europeas nueve años después de la última vez. Pablo Alfaro solo se perdió un encuentro por expulsión y disputó los 37 partidos restantes como titular, además, participó en 7 encuentros de la Copa del Rey.


Durante el último y decisivo partido de liga frente a Osasuna, donde el Sevilla selló su participación en competición europea para la próxima campaña, se produjo una violenta tangana, tras las provocaciones del técnico rival y de los jugadores osasunistas, que a pesar de no jugarse nada, se dejaron la piel en el campo con tal de que el Sevilla no lograra clasificarse para la Copa de la UEFA. En la tangana, un rival asestó un puñetazo a Pablo Alfaro, el defensa sevillista quedó noqueado e increiblemente, el árbitro decidió expulsar a Alfaro. Además, posteriormente el Comité de Competición le sancionó con cuatro partidos. Sin duda, su mala fama también le acompañaba en las decisiones arbitrales y en el Comité de Competición.


Por otra parte, el Sevilla hizo un papel más que digno en Copa del Rey, donde fue eliminado en unas polémicas semifinales contra el Real Madrid, en las que Valdano bajó a los vestuarios en el descanso para recriminar la actuación del colegiado, que había expulsado a Zidane tras dar un codazo a nuestro protagonista. Casualmente, al inicio de la segunda parte, resultó expulsado Javi Navarro en una acción intrascendente. Aún así, el Madrid acabó pidiendo la hora en el Sánchez Pizjuán.

El conjunto sevillista se había convertido en un equipo incómodo para los grandes y eso no ayudaba a que los medios dieran una buena imagen del conjunto sevillista, centrando sus críticas principalmente en las figuras de Pablo Alfaro y Javi Navarro, en las que no dudaban en utilizar incluso adjetivos descalificativos.

Pero cuantas más críticas recibían, más apoyo y cariño les brindaba el sevillismo, sabedores de que muchas de las opiniones e informaciones eran manipuladas, desproporcionadas e interesadas. Sirva como ejemplo, cuando el director del programa radiofónico "El Larguero" le llamó macarra en una de sus intervenciones y así respondió la grada sevillista en el siguiente encuentro:

de la morena macarra

Pablo Alfaro y el Sevilla se habían convertido en el blanco favorito para la prensa mediática. Nada que fuera nuevo. Más abajo podemos ver una carta escrita a mano por el capitán del Sevilla (Guillermo Campanal) durante la exitosa década de los 40, en la que el Sevilla ganó una Copa y una Liga, estando muy cerca de conseguir otra. Como podemos leer en la carta enviada a la prensa, las campañas de los medios madrileños ya existían hace más de 70 años:

La carta de Guillermo Campanal (click en la foto para ampliar):

La carta la podría haber firmado tal cual el mismísimo Pablo Alfaro y decía lo siguiente: "Soy sincero siempre y por serlo tal vez pueda parecer un poco brusco pero no puedo por menos de decir que tanto la prensa como parte del público de Madrid no ha sido justo con el Sevilla. Ni sucios, ni bárbaros; somos unos jugadores tal vez sin historia (subrayado) pero que ponemos alma en defensa de nuestro equipo. Nada más. El público habrá visto cómo la campaña hecha contra nosotros no tenía razón de ser".

El regreso del Sevilla a la Copa de la UEFA se produjo en la temporada siguiente, la 2004/2005, la última temporada en la que estaría al mando Joaquín Caparrós. Pablo Alfaro, que ya tenía 35 años pero que parecía mejorar con el tiempo, tuvo que comenzar la temporada cumpliendo la injusta sanción de cuatro partidos que arrastraba de la campaña anterior.

Una vez cumplida la sanción, el central sevillista participó en 19 encuentros de Liga. Durante esta temporada, se produjo la explosión de Sergio Ramos y el técnico sevillista, debido a las lesiones y a los numerosos partidos, repartió los minutos entre la defensa más que nunca. Javi Navarro, Aitor Ocio, Sergio Ramos, algún que otro canterano más y nuestro protagonista intervinieron como centrales en distintos momentos de la temporada.

Además de los 19 encuentros de liga, Alfaro participó en 5 partidos en la Copa del Rey y paseó el escudo del Sevilla por Europa hasta en 8 ocasiones. El Sevilla realizó una excelente temporada pero en la última jornada se le escapó la clasificación para la Champions League. Una vez finalizada la temporada, Caparrós decidió dar por finalizada su etapa en el Sevilla, que contrataría luego a Juande Ramos.

El fin de una bonita etapa

La temporada 2005/2006 se inició con Juande Ramos en el banquillo sevillista y el capitán sevillista disputó, durante la primera vuelta, tan solo cuatro partidos de liga y dos en la Copa de la Uefa.

Pablo Alfaro había perdido protagonismo, tenía 36 años , pero seguía estando en plena forma y con ganas de seguir disfrutando del fútbol, así que decidió salir honrosamente y se marchó cedido en el mercado invernal con destino al Racing de Santander. En su rueda de prensa de despedida, acompañado por el presidente, y con lágrimas en sus ojos, reconoció que la decisión de marcharse no fue fácil y que "Hubiese deseado que nunca llegase este momento, pero algún día tenía que llegar, el de poner punto y final a estas seis temporadas en el equipo que más quiero y querré, el Sevilla FC" . El club le brindó la posibilidad de despedirse de su afición en un partido de Copa del Rey, donde recibió el cariño de todos los sevillistas.

Dando guerra, de nuevo, con el Racing de Santander

Pablo Alfaro se hizo con la titularidad en el Racing y disputó 17 partidos, logrando, además, marcar el gol que supuso la sufrida permanencia en primera división del conjunto cántabro.


El Sevilla realizaría una espectacular temporada y consiguió su primer título, que levantaría su compañero y digno sucesor, Javi Navarro. Por supuesto, Pablo Alfaro no quiso perderse la final y disfrutó el triunfo sevillista desde la grada en Eindhoven, animando como un aficionado más. Esa Copa de la UEFA también le pertenecía, pues él había participado tanto en su clasificación como en los inicios de la competición, antes de marcharse al Racing de Santander.

Una vez finalizada la campaña, Alfaro se desvinculó del club sevillista para ampliar una temporada más su estancia en el conjunto cántabro. Se marchaba todo un símbolo del club y un auténtico ídolo para la afición sevillista. Durante la campaña 2006/2007, el exsevillista sufriría una serie de lesiones y no gozó de muchos minutos, por lo que decidió poner punto y final a su carrera a la edad de 38 años.

Algunos datos sobre su carrera:
  • 418 partidos disputados en primera división y 98 en segunda división.
  • 16 temporadas en primera división. 
  • Disputó 18 partidos en competiciones europeas.
  • Sufrió 27 expulsiones a lo largo de su carrera (entre primera y segunda división).
  • Consiguió un ascenso con el Sevilla.
  • No perdió ningún derbi (9 jugados).
  • 190 partidos oficiales con la camiseta del Sevilla, en los que marcó 4 goles.

Después de un breve periodo de tiempo en la secretaría técnica del Sevilla, Pablo Alfaro inició su carrera como entrenador. Por el momento ha entrenado al Pontevedra,  Recreativo de Huelva, Leganés, Huesca y su último equipo ha sido el Marbella. Actualmente podemos verle en el programa deportivo de televisión Estadio1, en la primera de la televisión española.

Seguro que algún día volveremos a verlo en el Sánchez Pizjuán como elegante entrenador del Sevilla. ¡Gracias por todo Capitán!


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